La llave térmica, también conocida como interruptor termomagnético, es un dispositivo fundamental en cualquier instalación eléctrica para proteger contra sobrecargas y cortocircuitos. En este artículo te vamos a contar qué es una llave térmica, cómo funciona y cómo elegir la adecuada para tu instalación eléctrica.
¿Qué es una llave térmica o interruptor termomagnético?
Un interruptor termomagnético, o térmica, es un dispositivo que protege los circuitos eléctricos al interrumpir el flujo de corriente en caso de sobrecargas o cortocircuitos. Esto se logra a través de dos mecanismos:
Protección térmica
La protección térmica se activa cuando hay una sobrecarga en el circuito. Una sobrecarga ocurre cuando la corriente eléctrica que fluye a través del circuito supera la capacidad que este puede manejar de manera segura durante un período prolongado. En el interior del interruptor hay una lámina bimetálica que, al calentarse debido a la corriente excesiva, se dobla. Este movimiento abre el circuito, interrumpiendo el flujo de corriente y evitando así que los cables se sobrecalienten y potencialmente se incendien.
Protección magnética
La protección magnética se activa en caso de un cortocircuito, que es un aumento abrupto y muy alto de la corriente. Un cortocircuito puede ocurrir cuando hay una conexión directa entre el conductor vivo y el neutro o la tierra, permitiendo que una gran cantidad de corriente fluya instantáneamente. Este aumento súbito genera un campo magnético en una bobina dentro del interruptor, lo que hace que un émbolo se mueva rápidamente y desconecte el circuito casi instantáneamente para evitar daños severos a la instalación y los equipos conectados.
Ventajas de los interruptores termomagnéticos
- Protección integral: Combina protección contra sobrecargas y cortocircuitos, lo que los hace muy eficientes para proteger instalaciones eléctricas.
- Reusabilidad: A diferencia de los fusibles, que deben reemplazarse después de una actuación, los interruptores termomagnéticos pueden ser rearmados y reutilizados.
- Seguridad: Previenen incendios y daños en equipos eléctricos al desconectar el circuito antes de que las corrientes peligrosas puedan causar problemas graves.
- Facilidad de uso: Son fáciles de instalar y operar, y ofrecen una indicación visual clara de si están en posición abierta (disparada) o cerrada (funcionando normalmente).
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Cómo elegir la llave térmica adecuada
Capacidad de corriente de los cables
Es fundamental que la capacidad de corriente del interruptor sea adecuada para los cables de la instalación. Cada tipo de cable tiene una capacidad de corriente específica, medida en amperios (A), basada en varios factores:
- Sección transversal del cable: La sección transversal del cable, generalmente medida en milímetros cuadrados (mm²), determina la cantidad de corriente que puede transportar. Un cable con mayor sección transversal puede transportar más corriente sin sobrecalentarse.
- Aislamiento del cable: El tipo de aislamiento que rodea el cable también afecta la cantidad de corriente que puede transportar de manera segura.
- Temperatura ambiente: Las temperaturas más altas pueden reducir la capacidad de los cables para transportar corriente, ya que el calor adicional puede contribuir al sobrecalentamiento.
Determinación de la capacidad de los cables
Para seleccionar el interruptor termomagnético adecuado, sigue estos pasos:
- Identificar la sección transversal y el material del cable. Por ejemplo, un cable de cobre de 2.5 mm² puede transportar aproximadamente entre 20 y 25 A.
- Seleccionar el interruptor adecuado. El interruptor debe tener una capacidad nominal igual o menor que la capacidad de los cables para asegurar que, en caso de sobrecarga, el interruptor se disparará antes de que los cables se sobrecalienten.
Ejemplo práctico
Para un circuito con cables de cobre de 2.5 mm²:
- Capacidad del cable: Aproximadamente 20-25 A.
- Interruptor termomagnético recomendado: Un interruptor con una capacidad nominal de 20 A sería adecuado. Esto asegura que, si la corriente excede los 20 A, el interruptor se disparará y protegerá los cables de sobrecalentarse.
Consideraciones adicionales
- Curva de disparo: Los interruptores tienen diferentes curvas de disparo (por ejemplo, tipo B, C, D) que indican la rapidez con la que reaccionan a las sobrecargas. La elección de la curva depende del tipo de carga que protege el interruptor:
- Curva B: Para cargas resistivas como la iluminación y los calentadores, donde las corrientes de irrupción son bajas.
- Curva C: Para cargas mixtas, como tomacorrientes y pequeños motores, donde las corrientes de irrupción son moderadas.
- Curva D: Para cargas altamente inductivas, como motores grandes y equipos industriales, donde las corrientes de irrupción son altas.
- Normativas locales: Asegúrate de que tanto los cables como los interruptores cumplan con las normativas y estándares eléctricos locales para garantizar la seguridad y el cumplimiento legal.
- Margen de seguridad: Considera un margen de seguridad adicional al seleccionar el interruptor para tener en cuenta posibles incrementos temporales en la corriente. Esto ayuda a prevenir disparos innecesarios y asegura la durabilidad del sistema.
Elegir la llave térmica adecuada según los cables de entrada y salida es esencial para mantener la seguridad y funcionalidad de tu instalación eléctrica, previniendo sobrecalentamientos y riesgos de incendio. Siguiendo estos pasos y consideraciones, podrás garantizar que tu sistema eléctrico esté protegido y funcionando de manera óptima.
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Especialista en electricidad, con más de 15 años en el rubro de la venta de materiales eléctricos. Al frente de mi propia distribuidora de materiales eléctricos desde hace 5 años, logré que Cuatro Puntos Electricidad sea un referente a la hora de comprar materiales de calidad. Me gusta compartir mi conocimiento en este blog.